Usted no tiene que amar a su jefe pero tiene que ser capaz de trabajar bien con él. Una relación conflictiva puede afectar negativamente a su estado de ánimo, su productividad y, obviamente, su carrera profesional.
Sin una buena relación con su jefe, es posible que él no hable muy bien de usted o no lo considere cuando exista la oportunidad de que alguno de todos sus colaboradores ascienda a otro puesto de trabajo o pase a otra área dentro de la misma empresa.
Eso también sucede, por supuesto, cuando se trata de recomendaciones a nivel externo. Ello ocurre, en la mayoría de casos, guste o no, independientemente del rendimiento. Aquí, conozca las maneras de fortalecer la relación con su jefe:
Póngase en los zapatos de su jefe. Averigüe los retos a los que su jefe se enfrenta día a día y esté preparado para ofrecer soluciones. Cuando el superior le consulte sobre algún proyecto, ofrézcale respuestas bien pensadas o indíquele cuáles son los pasos que hace falta seguir para concluir el proceso. Si usted no solo piensa en el ahora, entonces podrá demostrar que es un colaborador de un valor incalculable.
Aporte valor. A usted lo contrataron por una razón, así que asegúrese de agregar valor a la organización y/o posición. Los jefes no sólo quieren que sus empleados sustenten porqué están de acuerdo con ellos, también quieren gente dispuesta a hablar sobre desafíos que deben ser afrontados por la empresa.
Sepa cuándo y cómo comunicarse con su jefe. ¿Su supervisor espera recibir una respuesta corta en los e-mails, o prefiere una descripción detallada de lo que está pasando? ¿Esa persona quiere recibir un resumen de su proyecto o prefiere conocer todos los detalles? Conozca la manera en que a su jefe le gusta comunicarse y siga ese estilo cuando se relacione con él.
Pida retroalimentación. No tenga miedo a solicitar un feedback. Muchas personas evitan hablar por temor a lo desconocido. Lo cierto es que la retroalimentación le servirá para efectuar un trabajo más eficiente.
Conozca bien a su jefe. Usted no tiene que ser amigo de su jefe o pasar el rato con él los fines de semana. Sin embargo, no tiene de malo preguntarle cómo fue su fin de semana, o averiguar cuáles son sus aficiones e intereses fuera del lugar de trabajo.
Ofrezca su ayuda. Muchos jefes realmente necesitan ayuda en algún proyecto pero no lo comentan. Así que, durante una conversación de trabajo, pregúntele si necesita una mano en alguna cosa.
Mantenga informado a su supervisor. A nadie le gusta sorpresas desagradables, así que si usted está experimentando problemas en su trabajo, comuníquelo. No se esconda detrás de los obstáculos o errores, mantenga informado a su supervisor cuando éstos últimos ocurran.
Haga más de lo necesario. Efectúe su mejor esfuerzo para superar las expectativas de su jefe. Por ejemplo, si usted está trabajando en un proyecto, asegúrese de proporcionar un calendario realista que indique en qué fecha espera concluir lo que tiene pendiente.
Diario Gestión (17/10/2013)
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