Algunas empresas han dado grandes pasos para adaptarse, y han visto mejoras en retención y productividad , en cultura organizacional y en resultados financieros.
Es muy importante no quedarse rezagado. Utilice las siguientes prácticas para acomodar a sus trabajadores con más edad:
1.- Jubilación flexible: Dé a sus empleados la opción de trabajar medio tiempo. Retendrá empleados experimentados y talentosos y ellos obtendrán un horario flexible y una paga.
2.- Cree puestos nuevos o adapte ya existentes: Vuelva a capacitar a los empleados mayores para trabajos que se adecuen mejor a sus necesidades y habilidades actuales. Por ejemplo, ¿puede hacer que un trabajador mayor haga la transición de un puesto que requiera esfuerzo físico a uno de capacitación? ¿Un viejo cajero puede cambiarse a servicios al cliente?
3.- Cambio de ergonomía en el lugar de trabajo: Las empresas deberían adaptarse a aquellos que necesitan apoyo extra. Cambios de bajo costo como zapatos a medida y pantallas de computadoras más fáciles de leer pueden hacer una diferencia enorme.
Genere confianza vía desinterés
Si los CEO quieren inspirar a sus empleados a lograr grandes cosas, necesitan generar confianza, lo que implica actuar con altruismo. Las personas perciben el desinterés cuando un líder se preocupa por su seguridad, cuando realiza un servicio valioso para ellos y cuando hace sacrificios personales en beneficio de los demás.
La seguridad no es recortar gente tan pronto como la economía tiene una caída, y no es dar aumentos a los líderes sénior pero no a sus colegas de niveles más bajos. Los ejecutivos deben verse ellos mismos como servidores de los que trabajan para que su empresa sea exitosa. Las personas trabajan mejor para un CEO que sienten que trabaja para ellos. Y se mantienen fieles a los líderes que defienden lo que piensan, incluso si esto implica dificultad o riesgo.
Aliente a su equipo para que se retroalimenten unos a otros
Retroalimentar es la forma de asegurarse que su equipo realice el trabajo a tiempo y dentro del presupuesto. Pero usted no debería ser el único en exigir responsabilidades. Enliste a los miembros del equipo para que aplaudan buenas conductas y hablen para solucionar comportamientos improductivos.
Cuando todos se dan una retroalimentación sincera, las personas se sienten más dueñas del proyecto. Tal vez tenga que persuadir a algunos (a los que no están acostumbrados a retroalimentar , a los que evitan dar malas noticias o a los que temen herir los sentimientos de los demás). Sostenga una discusión franca para averiguar por qué les es tan difícil dar retroalimentación, y luego enmarque la rendición de cuentas como un proceso de mejora continua.
Inspire a los empleados con una gran oportunidad
Explicar una estrategia corporativa a gerentes sénior o a miembros del personal puede ser brutal. Frecuentemente, las personas no tienen el contexto o la experiencia para entender lo que se está compartiendo, y se van con ideas distintas de lo que se dijo. En cambio, céntrese en comunicar una gran oportunidad.
Una gran oportunidad es una ventana hacia un futuro ganador realista, emocionalmente convincente y memorable. Un comunicado escrito sobre una gran oportunidad puede ser poderoso, pero solo si es breve (de media página), claro (asegúrese que la gente vaya en la misma dirección) y racional (alineado con lo que está sucediendo dentro y fuera de la empresa). Debería ser auténtico, lo que significa que la alta dirección también cree en él, y debe contener suficiente pasión para atraer a la audiencia.
Dé crédito a alguien más si quieren que lo vean
Todos quedamos atrapados en el “juego del reconocimiento”. Todo mundo se enfoca en lo que hizo personalmente para colaborar en un éxito e ignoramos la parte que jugaron los demás.
Es un juego de suma cero que lleva a que la gente no se sienta valorada, drenando la disposición de todo mundo a sacrificarse por una meta colectiva. Rompa el círculo iniciando uno positivo: una cultura de valoración. Si comparte por qué valora a alguien, esta persona probablemente le devolverá el sentimiento.
Compartir aprecio sincero generará colaboración y arreglará relaciones tensas, abriendo espacio para que se haga trabajo real. Entre menos reconocido se sienta, más difícil será hacerlo, pero la única forma de hacer que le regrese la pelota es poniéndola en juego.
Diario Gestión (03/07/2014)
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