Por ello, ofrece algunas claves para elegir la opción más conveniente y más adecuada de acuerdo a su perfil.
¿Quién debe ahorrar y quién debe invertir?
Ahorrar es recomendable para las personas naturales o jurídicas que necesitan disponer de su dinero en el corto plazo. Básicamente el ahorro va asociado con no gastar ahora para poder gastar después.
El ahorro genera un riesgo a través del consumo compulsivo, pues al tener el dinero en una cuenta es posible agotarlo vía compras con la tarjeta asociada. La inversión se recomienda a todos, con los excedentes del corto, mediano y largo plazo. La inversión, a diferencia del ahorro, es para hacer crecer el dinero, para obtener una rentabilidad que permita cubrirte contra la inflación y la depreciación de la moneda.
¿Una persona natural puede comprar bonos corporativos?
Sí. El bono corporativo está en la Bolsa de Valores de Lima. La única posibilidad de comprarlos es en la bolsa o mediante un fondo mutuo. Si quiere hacerlo directamente en la bolsa, primero debe llenar una ficha que haga cliente a la persona natural de una casa de bolsa; luego, generar un código para contabilizar los valores que va a comprar el cliente, y luego depositar el dinero.
¿Y una persona puede invertir en letras del tesoro?
Sí. De manera similar, el mecanismo es hacerse cliente de la sociedad agente de bolsa. Las letras son más fácilmente conseguidas en emisiones primarias que lanza el Ministerio de Economía (MEF), normalmente cada mes. Cuando vayan a subasta primaria, el cliente puede ordenar a su bróker o trader la compra de estos valores. Es un procedimiento simple, más simple que abrir una cuenta de depósito a plazo. Una letra con plazos mínimos de 90 días rinde hasta 4% en soles.
¿Cómo una persona puede definir su perfil de riesgo?
Puede hacerlo primero sobre la base de la edad que tiene. Si es joven, toleraría más el riesgo. Segundo, hay que tomar en cuenta la carga familiar, pues una persona que la tiene es menos tolerante a perder dinero. Después, si los excedentes que va a invertir son realmente excedentes que no va a necesitar de acá a dos o tres años, la persona tendrá una mayor predisposición a tomar riesgo que una que necesita esos excedentes para educación o pago de cuotas por algún crédito.
Diario Comercio (09/08/2014)
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