Un artículo de Forbes en español sugiere preguntar todo lo indispensable el primer día y ahorre futuros problemas o improvistos. ¿Y qué es lo indispensable? Se lo contamos a continuación.
Cuando se es el nuevo de la empresa es lógico que sienta reparos al preguntar cosas continuamente, pero es lo que debe hacer. No espere a que se te estropee el ordenador para saber dónde están los informáticos, ni a estar trabajando retorcido en su puesto de trabajo para saber dónde están los baños.
Un artículo de Forbes en español sugiere preguntar todo lo indispensable el primer día y ahorre futuros problemas o improvistos. ¿Y qué es lo indispensable? Se lo contamos a continuación.
Dónde están las cosas
Pregunte dónde están los folios, la fotocopiadora, los baños, la máquina del café o, por ejemplo, la sala de descanso. Y por supuesto, recuerde preguntar dónde está el despacho de su jefe si no está cerca de usted y el resto de departamentos que le puedan atañer en algún momento, como por ejemplo, RRHH.
Cómo se debe comunicar con los demás
Especialmente cuando se trata de sus superiores. Quizá tenga uno de esos jefes que nunca mira el correo electrónico y le haya mandado ya mil cosas sin saberlo. O a lo mejor tiene un compañero que hace caso omiso al teléfono y necesitas comunicarse con él a diario. Antes de empezar a trabajar, pregunte a los demás cómo prefieren que se comunique con ellos si no se lo dicen.
Quién es el responsable en última instancia
No espere a tener un problema para hacer esa pregunta. Tampoco trabaje a ciegas sin saber quién es, en último lugar, el que toma las decisiones sobre lo que usted hace todos los días.
Cuál es exactamente tu misión
Aunque esto ya deberían habérselo contado en la entrevista, es mejor que una vez metido en la realidad de lo que va a ser su día a día pregunte cuál es exactamente el lugar que ocupa. Esto le ayudará a enfocar tu trabajo, ordenar tus prioridades y, sobre todo, identificar si está haciendo lo correcto.
Qué se hacía antes de que usted esté
Tiene que retomar el trabajo que dejó alguien y no sabe ni de dónde viene el aire, ni por qué razón está todo el mundo tan enfadado con el hecho de que eso no esté terminado. O simplemente tiene que coger algo que estaba manga por hombro y organizarlo.
Pregunte antes de ponerse manos a la obra qué ocurrió allí, no vaya a ser que proponga algo que ya se hizo y salió mal. Mejor prevenir.
Diario Gestión (16/03/2015)
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