Débora dongo-soria s.
Se graduó en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Habla cinco idiomas. Escribe bien. Con tremendo currículum, todos pensarían que para Mariana sería facilísimo conseguir o mantener trabajo como periodista. Esas cualidades ‘venden’.
Pero, desafortunadamente para algunos, no basta con ser talentoso, inteligente, hábil o con vender muchas revistas. ¿De qué le serviría el diploma y escribir buenos textos si Mariana publica información falsa, deja plantados a sus entrevistados o no tiene una actitud proactiva con sus colegas? En el largo plazo, de nada.
La ética
“El éxito está asociado en un 85% con la personalidad. Obviamente, lo académico es importante, pero la personalidad es lo fundamental”, revela Inés Temple, presidenta de DBM Perú y Chile.
Y, como ella explica, la personalidad consiste en tener una buena reputación, en ser una persona íntegra, responsable, seria, que mantiene su palabra. En ser y no en parecer.
Esa es justamente la mejor forma de ‘vender’ la imagen, de hacer márketing personal, al margen de la profesión que ejerza cada uno. Mariana es la misma siempre. Si es incumplida y mentirosa, así es, y es así como será percibida en el mundo laboral y personal, aunque en el corto plazo consiga engañar a sus editores. La imagen por sí sola no ‘vende’.
Lo mismo sucede con los productos que están a la venta y aspiran a ser más que una moda. Podrán ser muy bonitos y salir en comerciales muy creativos, pero, tal como aseguran varios publicistas consultados, si la marca no proyecta autenticidad en su mensaje y no ofrece calidad, el consumidor optará, a la larga, por otra, así tenga que pagar más o trasladarse lejos para comprarla. La autenticidad y la calidad mantienen a una marca en el mercado. A Mariana también. Es la mejor forma de que la reconozcan, la recomienden, la contraten.
“Siempre hay alguien que conoce a alguien que nos conoce. El comportamiento siempre es público, más aun con la existencia de Internet y las redes sociales como Facebook, Twitter o LinkedIn. Cualquier cosa que uno haga terminará ahí, y en el recuerdo de los demás, para siempre. […] Por eso, *la marca personal se basa en la integridad y es un trabajo permanente*”, advierte Temple.
Nadie dice que no cometamos errores. Todos fallamos. Pero si Mariana miente constantemente en sus artículos o tiene siempre un problema de mala actitud con sus colegas, ya se puede detectar un patrón de conducta que la perjudicará ante su entorno.
Imagen de éxito
Mariana también tiene que tomar en cuenta otros aspectos para promocionar correctamente su marca como profesional.
Por ejemplo, Armando Cavero, socio de AIMS International Perú, Bolivia y Ecuador, aconseja que ella debe enfocar sus fortalezas y que sea consciente de sus debilidades para desarrollar una campaña de márketing personal efectiva.
En el caso de que Mariana quiera conseguir un trabajo, es importante que sepa proyectar una imagen de éxito. Según Cavero, esto se consigue comunicándole a la gente sus logros, posicionándose como una persona clave para alcanzarlos y transmitiendo una actitud de seguridad. “Para eso, uno tiene que decir siempre la verdad, demostrarlo y hacer que sus logros sean atractivos para los demás”.
Para proyectar una imagen de éxito, ya sea por la necesidad de conseguir un empleo o por voluntad propia de hacerse conocido, Cavero sugiere estar en los medios de comunicación para aportar ideas o difundir logros personales, así como participar en los gremios a los que pertenece el profesional. Por ejemplo, ser catedrático o miembro de un comité. Participar en las redes sociales, dice, también es una buena forma de figurar y mantener vínculos profesionales, siempre y cuando se utilicen de forma adecuada. Temple recomienda tener un perfil en LinkedIn.
Ambos expertos aseguran que muchos profesionales de comprobado talento han perdido buenos puestos de trabajo por su falta de ética, mala actitud o comportamiento social inadecuado.
A Mariana, como a cualquiera, se le hizo imposible mantener dos vidas paralelas. Finalmente en la revista descubrieron sus faltas y mentiras. Su talento se desperdició. Pero no enfocarse en la construcción de personalidad y marca, puede hacer que uno pierda mucho más que una oportunidad de trabajo.
Diario El Comercio (05/01/2012)
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