Llegar nuevo a una empresa no es fácil. Menos aún si aterrizas para asumir el cargo de alguien que dejó el listón muy alto. Para evitar confrontaciones deberás analizar bien la situación y crear tu estilo.
Tim Cook todavía vive a la sombra de Steve Jobs casi tres años después de ocupar su cargo como CEO en Apple. Sustituir a un profesional que parece perfecto no es una tarea sencilla.
Las comparaciones y las exigencias, tanto del jefe como de los compañeros, y los juicios de valor son algunos de los obstáculos a los que se tendrá que enfrentar el nuevo fichaje. Pero esta situación no dura siempre. Si el profesional que entra sabe jugar bien sus cartas y tiene paciencia sabrá hacerse con el puesto.
A todos nos cuesta adaptarnos a los cambios y, como apunta Genoveva Vera, psicóloga coach ejecutiva y experta en liderazgo, “el miedo a perder el estatus, los privilegios o la tranquilidad hace que la persona que llega para sustituir a un insustituible sea recibida con cierta inquietud y reparos”.
De ahí que lo ideal para aterrizar con buen pie en un equipo que todavía guarda luto por la pérdida de su estrella sea “escuchar y entender qué era lo que hacía de ese profesional alguien indispensable y tomar lo bueno de sus prácticas y de su modelo de gestión y hacerlo tuyo”, aconseja José Luis Pascual, manager de Page Consulting.
Humildad
La humildad es clave. Los expertos recomiendan hablar con los compañeros y el responsable del equipo para que te expliquen qué se espera de ti y no imponer tu estilo de trabajo desde el primer minuto.
“Hay que ser prudente y paciente, y preguntar sin miedo todas las dudas que te surjan. Cada empresa tiene su propia cultura, sus valores y costumbres que hay que conocer cuanto antes para integrarse de forma natural. Una vez que te ganes la confianza de la gente que trabajará contigo podrás ir introduciendo tu know how”, explica Vera. Se trata, en definitiva, de que tu llegada no desestabilice al equipo.
También tienes que asimilar que nadie es insustituible. Así lo consideran todos los expertos y así lo afirma Sergio Hinchado, mánager de Hays. Para Hinchado no existe este tipo de profesional, “lo que sí puede haber son trabajadores imprescindibles para una empresa determinada, pero no para un puesto”.
El mánager de Page Consulting tampoco cree en las personas insustituibles, pero sí considera que hay quien se gana un sitio en la empresa porque “genera un entorno de alto rendimiento a su alrededor y cuenta con la actitud y el compromiso”.
Reacciones
Aunque no sea imprescindible, cuando esa persona se marcha, tanto sus jefes como sus compañeros sienten el vacío y esperan, a disgusto en la mayoría de los casos, a su sustituto. Si eres el que tiene que pasar por ese trámite deberás llegar con confianza y seguridad en ti mismo. Actitudes indispensables que, sin embargo, no te librarán de las típicas reacciones del equipo.
Los primeros momentos de la llegada a un nuevo trabajo son vitales para establecer contacto con los demás. Así lo cree Vera, quien recuerda que “todavía hay muchas personas que se dejan llevar por las primeras impresiones, lo que puede condicionar las relaciones laborales y personales”.
Por eso, la psicóloga y coach sugiere “utilizar estos primeros momentos para dejar claro que vienes a sumar, a compartir y generar buen ambiente. Es fundamental centrarse en crear buenos lazos porque, por muy bien que hagas tu trabajo, si no suscitas buen clima laboral tus capacidades profesionales quedarán ensombrecidas”.
Un objetivo que deberás asumir desde el principio, aunque no sea tuya toda la responsabilidad. El jefe debería ser quien te prepare un plan de integración para que conozcas desde el principio, y antes de incorporarte al puesto, al resto de la plantilla.
No obstante, a veces se cometen errores a pesar de haberse preparado. El mánager de Page Consulting recuerda que “nunca te debes precipitar. No puedes transformarlo todo y borrar de un plumazo lo que hizo tu antecesor”.
Todo el mundo va a estar atento a cualquiera de tus movimientos y van a exigirte estar a la altura. “Al principio todo van a ser barreras y comparaciones, de ahí que lo importante sea entenderlos y actuar como uno mismo. La clave es hacerte un hueco y buscar tu diferenciación”, dice Pascual. En el fondo, asegura Hinchado, “las reacciones que te encuentres no deben hacerte perder el objetivo”.
Genoveva Vera resume los comportamientos que tienes que evitar si quieres que tu nuevo puesto de trabajo tenga futuro: “La prepotencia, presumir de currículo, imponer tu estilo de trabajo, ser distante, preguntar a modo de cotilleo, ir de listillo, ser clasista, poner en entredicho la profesionalidad del insustituible, no hablar constantemente de lo que hacia el que se fue, ni de lo que tú te encargabas en tu anterior empleo”.
Estilo propio
Llegar como “un elefante en una cacharrería” no es la mejor manera de que te acepten en tu nuevo puesto. Como tampoco lo es imitar lo que hacía tu antecesor.
José Luis Pascual cree que “puedes intentar ser alguien que no eres por un tiempo determinado, pero esa actitud te pasará factura porque en momentos de presión saldrá a relucir tu propia personalidad”.
Hay que ser natural y no pretender hacer sombra a alguien que se convirtió en la estrella de la plantilla. Y, aunque todos asumimos funciones que no son propias de nuestro puesto, “si ese profesional era el entrenador de fútbol del equipo de la empresa, por ejemplo, y a ti no te gusta ese deporte, no tienes por qué aceptar esa responsabilidad”, menciona Pascual.
Vera considera que, para evitar problemas, lo mejor es pedir por escrito la descripción de las tareas que la otra persona realizaba con la excusa de que quieres cumplir las expectativas que se tienen sobre ti:
“De esta manera es más probable que tu nuevo jefe no sienta la tentación de pedirte que hagas cosas que no te corresponden. Esto te servirá, además, para demostrar que haces todo lo relacionado con tu cargo y que si eventualmente haces algo que no afecta al objetivo de tu trabajo no significa que tengas la obligación de hacerlo por norma”.
Los cambios son inevitables y cada cual tiene una manera de hacer las cosas. Tú también la tendrás, pero introducir modificaciones de primeras no te resultará fácil. Los expertos aconsejan analizar bien la forma que esa nueva empresa tiene de trabajar, informarse bien y aceptar opiniones de tus nuevos colaboradores y explicar las opciones para que la empresa siga creciendo sin desprestigiar a tu predecesor.
Diario Gestión (22/07/2014)
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