El costo de las inversiones es una de las variables que como inversionistas debemos tomar en cuenta, ya que tiene un impacto directo sobre el rendimiento total que lograremos obtener.
Algunos de estos costos son bastante transparentes para los inversionistas, como la comisión que cobran las casas de Bolsa por la adquisición de acciones, pero otros se encuentran escondidos y afectan directamente el rendimiento neto que se recibe, por lo que resultan difíciles de evaluar.
Para conocer y evaluar los distintos costos que, implícita o explícitamente tenemos que absorber, es conveniente tomar en cuenta la siguiente clasificación:
1. Costo de intermediación. Con el fin de analizar adecuadamente el costo de intermediación que enfrentamos, conviene enfocarnos en dos grandes grupos de intermediarios, que tienen características distintas:
a) Bancos. El principal negocio de los bancos es captar recursos del público inversionista a través de sus productos de inversión y ofrecerlos a los demandantes de crédito mediante distintos instrumentos como pueden ser las tarjetas de crédito, créditos para el consumo, créditos automotrices, créditos hipotecarios, préstamos personales, préstamos empresariales, etcétera.
La ganancia para estos intermediarios viene dada por dos factores:
El primero y más importante es el diferencial entre la tasa de interés que pagan a los ahorradores y la que cobran a los deudores.
El segundo factor es el cobro de comisiones por los servicios que prestan, componente que en algunos casos puede también ser fundamental.
b) Intermediarios bursátiles. Estas empresas se dedican principalmente a la colocación de instrumentos financieros en el mercado de dinero y de capitales, servicio por el que cobran honorarios y/o comisiones, y a la ejecución de órdenes de compraventa en los mercados secundarios.
Finalmente, en los servicios de manejo de cartera, como pueden ser los portafolios discrecionales o las sociedades de inversión, en el rendimiento neto de estos instrumentos va implícita una comisión que puede ser hasta de 5% anual sobre el valor promedio de los activos administrados.
Existen, además, otros intermediarios financieros o no financieros que obtienen sus ingresos ya sea por medio de comisiones, honorarios o diferenciales entre lo que ofrecen y lo que consiguen en los mercados, costo que es absorbido por los inversionistas, por los acreditados o por quienes requieren del servicio, según sea la naturaleza de la operación.
2. Impuestos. Las ganancias que se obtengan por la enajenación de acciones tienen un impuesto que no es retenido por los intermediarios financieros.
En el caso de operaciones de compraventa de bienes inmuebles, o de arrendamiento de los mismos, se tiene que pagar un Impuesto Sobre la Renta de acuerdo con las disposiciones aplicables.
3. Otros costos. En ocasiones, existen otros costos asociados a las inversiones, como pueden ser algunos honorarios o ciertos servicios de valor agregado, que pueden restar algunos puntos porcentuales a la tasa que recibimos, por lo que siempre se deberá evaluar la necesidad y/o conveniencia de contar con ellos.
Diario Gestión (25/07/2014)
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