Haga que su meta sea más concreta y utilice calculadoras financieras; pero recuerde que al final las acciones con las que importan más.
El final del 2014 llegó con la cena de año nuevo y la tradición de los 12 propósitos, con sus respectivas uvas, que cada quien pretende lograr en los meses por venir. También para muchas personas puede ser casi una tradición el abandonar sus propósitos a las pocas semanas de iniciados, sobre todo cuando involucran el manejo de su dinero en el día a día.
Para que esa mala costumbre no le pase este 2015, las buenas intenciones no bastan. Lograr todas las metas financieras que se proponga requiere una combinación de planeación y cambio de hábitos.
“Se trata de hacer hábitos, de generar cambios de comportamiento” y no sólo de palabras, como se promete en la cena de año nuevo, refiere Rocío García, directora de Comunicación Corporativa en Visa México.
Un punto a favor es que también puede hacer uso de varias herramientas como las calculadoras financieras. Éstas lo que proporcionan es “ayuda para establecer sus metas de una forma clara”, explica Sofía Macías, vocera de Consumo Inteligente Mastercard.
Ingresando variables como el valor de la meta, el tiempo pretendido para alcanzarla, o el monto deseado para aportar periódicamente, las calculadoras nos especifican el plan a seguir. Esto es importante, pues si tenemos un objetivo pero no le ponemos plazos y cantidades específicas, conseguirlo se vuelve difícil, opinó.
Contar con el apoyo de estas herramientas es sencillo. Existen muchas calculadoras en Internet, en los portales de instituciones financieras como Finanzas Prácticas de Visa, Consumo Inteligente de MasterCard o incluso en el de la Condusef. Los temas que abarcan son de lo más variados, igual que las metas de año nuevo, y pueden ir desde el cálculo de un crédito automotriz hasta cómo lograr su primer millón de pesos ahorrados.
Sin embargo, tenga en cuenta que el uso de estas herramientas sólo proporciona datos o guías.
Lo importante en las finanzas personales es la práctica. La consecución de sus propósitos depende de cómo se planteen, cómo se utilicen los datos y cómo mantenga su motivación, refieren las expertas.
Año nuevo, metas nuevas
Ya sea comprar un auto, ahorrar para una maestría o poner un negocio, muchos propósitos de año nuevo tienen que ver con la administración del dinero. Dejarlos como ideas sueltas es la manera más común por la cual ni siquiera se empiezan. Para cumplirlos hay que aterrizarlos en la realidad: delimitarles plazos y cantidades de ahorro.
Cambie de hábitos poco a poco
Crear disciplina financiera y cambiar su comportamiento son partes importantes para realizar sus propósitos.
Para no desviarse de su objetivo, debe mantenerse motivado todo el 2015. Para ello, conviene dividir su propósito en pequeñas metas distribuidas a lo largo del año, lo que permite ver periódicamente sus avances.
Los cambios en sus hábitos financieros se ven desde el corto plazo. Comenzar a ahorrar, por ejemplo, ya es un cambio muy importante en sí mismo que a los dos o tres meses ya se nota en su bolsillo.
Percatarse de sus nuevos hábitos y del cumplimiento de pequeñas metas lo automotiva e impulsa para avances mayores.
Los datos no lo son todo
Como cualquier aplicación, una calculadora de metas sólo proporciona información y sugiere un camino. Lo importante es llevar los datos del papel a la práctica.
Es muy importante tener siempre visible y a la mano toda la información recabada con esas herramientas. Escriba su plan en un lugar que le quede a la vista o incluso ponga una alarma para recordarle los plazos que dispuso.
Calculadoras
Muchos portales de entidades financieras, o incluso apps, ofrecen herramientas llamadas calculadoras, las cuales ayudan a poner sus metas de forma más clara y tangible.
Lo que hay que hacer con estas herramientas es vaciarles una serie de datos, como la meta a lograr y su valor monetario, cuánto estamos dispuestos a abonar periódicamente, a qué tasa de interés (si son casos de inversión) o el horizonte temporal en que esperamos lograrla.
Las calculadoras nos devuelven un plan estructurado: el horizonte temporal y los recursos monetarios que necesitaremos a lo largo de éste para cumplir el objetivo.
Presupuestar
Para darle forma y estructura a sus propósitos debe saber cuál es su punto de partida. Para eso tendrá que presupuestar.
Hacer un presupuesto es la base de las finanzas personales. Permite tener conocimiento y por ende, control de sus ingresos, egresos y de cuánto puede destinar para el ahorro.
Debe tener su presupuesto por escrito y no en la mente. Cuando se deja este ejercicio en la mente, se tiende a registrar sólo los gastos significativos pero, se dejan pasar los gastos pequeños. Se pierde información valiosa sobre cómo usa su dinero.
Diario Gestión (02/01/2015)
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