Fuera de la compleja teoría de gestión, el buen liderazgo puede resumirse en un indicador tangible: la calidad de sus relaciones en el trabajo.
Si le propusieran un método –no una fórmula mágica– para mejorar la efectividad de su liderazgo en cinco días, ¿aceptaría el reto? Sin generar costos adicionales, sin compromisos o planes confusos y con tan solo un conjunto de instrucciones para los próximos cinco días, ¿cree que podría lograrlo?
Mike Myatt, colaborador de Forbes y director de N2growth, propone una aproximación sencilla para lograr este objetivo. “El liderazgo tiene muy poco que ver con lo que usted puede hacer por sí mismo, pero se trata casi por completo de aquello que usted puede hacer por los demás”, explicó en su artículo.
Esto se reduce, según Myatt, a concentrarse en un indicador: la calidad de sus relaciones interpersonales. “Las relaciones fracturadas impactan negativamente la cultura organizacional y obstaculizan un buen desempeño. Las relaciones saludables, por otro lado, crean sinergia, buena voluntad, confianza, lealtad y construyen una cultura saludable”, detalló.
El reto
Por otra parte, el especialista también señala que las relaciones dañinas son “un reflejo de la capacidad de liderazgo” de las personas. Esto, sin embargo, no impide la capacidad de mejorarla. “No importa si las brechas en sus relaciones existen por su orgullo o ego, el hecho realista es que tienen un efecto negativo en su forma de liderazgo”, advirtió.
El reto implica reconocer esas fracturas y determinar qué hará al respecto. “Los líderes inteligentes no permiten que este tipo de relaciones perturben actitudes y comportamientos saludables”, advirtió. Aquí, el método de Myatt:
Día 1: Identifique una relación que necesite mejorar. Determine la necesidad del otro, evalúe sus posturas, percepciones y opiniones e identifique lo que usted puede hacer para ayudarles. El objetivo no es ganar, comprobar lo inteligente que es o tener la razón. Se trata de asumir un compromiso, construir confianza y acercamientos, lograr entendimiento y avanzar para ser un mejor líder.
Día 2: Aquí viene lo más difícil. Invite a esta persona a hablar con usted: no le llame, no le envíe correos o mensajes por Facebook. Hágalo cara a cara.
Día 3: Organice una reunión, haga preguntas, procese y escuche. Recuerde que esto se trata del otro y no de usted. Trátelo como quisiera que lo traten a usted.
Día 4: Evalúe la reunión y las respuestas que obtuvo de la persona con quien conversó. Haga seguimiento y cumpla con lo que establecieron. Haga lo que prometió hacer. Cierre la brecha, mejore esa relación: lidere.
Día 5: Retome el mismo proceso con una persona diferente. ¿Quiere abarcar más de una relación? Bienvenido sea, pero recuerde que aún puede mejorar como líder atendiendo una relación a la vez.
Diario Gestión (24/08/2012)
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