El Ministerio de Trabajo aclaró los criterios que deben seguir los inspectores de trabajo para determinar cuándo una relación laboral no corresponde al trabajo realizado.
Mediante una directiva, el Ministerio de Trabajo precisó la aplicación del principio de la “primacía de la realidad” (preferir lo que ocurre en los hechos, lo real, a lo que digan los documentos), por parte de los inspectores de Trabajo. La norma distingue entre los trabajadores en planilla (subordinados) de aquellos contratados civilmente (locación) y cuándo un trabajador es indebidamente contratado (ver cuadro).
Por este motivo, algunas empresas consideran que en el 2012 existirá un endurecimiento en la fiscalización que realiza el Ministerio de Trabajo.
Sin embargo, para el laboralista German Lora, la directiva establece las pautas que guiarán las inspecciones, pero no es una norma de cumplimiento automático, anotó.
El inspector tendría que verificar todos los elementos y aplicar los indicios de la directiva conjuntamente con los principios de legalidad, confidencialidad, etcétera, que regulan la actuación inspectiva de acuerdo a ley, dijo.
Por ello, para establecer que un contrato civil es laboral o que las condiciones (características) de trabajo pactadas en los documentos (calificación de confianza, salario, beneficios, etcétera) se cumplan no basta la aplicación exclusiva de la directiva, sino la verificación conjunta de todos los hechos. “El temor es que no se entienda de esa manera por los inspectores en sus actuaciones”, agregó.
Informalidad
Por su parte, el experto Luis Arbulú dijo que la fiscalización debe ser más incisiva en el sector informal, pues es ahí donde será de mucha utilidad, incrementando las contrataciones laborales inducidas (exigidas por el inspector).
“Se busca mayor celeridad en la labor de inspectores”
El Ministerio de Trabajo ha hecho transparentes los criterios del principio de “primacía de la realidad” que se aplican en las inspecciones laborales (sobre contrataciones de las empresas), afirmó el laboralista Jorge Toyama.
Con ello, los empleadores tendrán ahora una razón adicional para colocar en planillas al personal que cumpla con estos requisitos, aseveró.
Toyama indicó que la regulación busca una mayor celeridad en las determinaciones (contrataciones laborales inducidas) que realice un inspector de trabajo.
Sin embargo, el experto precisó que esta regulación no crea un nuevo derecho o una nueva fiscalización, sino que vuelve transparente algo que venían haciendo los inspectores de acuerdo a la ley de inspección. No se trata de algo antiempresarial, sino que la presión solo será en las empresas que aplican mal la ley, concluyó.
Diario Gestión (05.12.2011)
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