El liderazgo tiene un componente emocional. La capacidad de llegar a la gente de una manera que trasciende lo intelectual y racional es la marca de un gran líder. Los buenos orientadores nos inspiran y los resultados son satisfactorios. En esta nota, algunas “armas” claves.
Estas herramientas son guías, no reglas rígidas. En efecto, cada persona tiene que desarrollar su propio estilo de liderazgo. A continuación, algunas pautas brindadas por Forbes:
La inteligencia emocional
Los grandes líderes tienen empatía y tienen la capacidad de ‘leer’ las necesidades de las personas y sus deseos. Esto les permite hablar sobre estas necesidades y, en caso de ser posible, satisfacerlas. Cuando los colaboradores sienten que son comprendidos, establecen un enlace o conexión con la otra parte.
El aprendizaje continuo
Los buenos líderes no caen en la auto-complacencia. Son conscientes de que no tienen todas las respuestas a todas las preguntas y no andan preocupados por aparentar que lo saben todo. La curiosidad y el deseo insaciable de hacer algo mejor es la marca de un gran líder.
Contextualizar
Los grandes líderes responden a cada desafío con una mirada fresca. Ellos saben que lo que funcionó en una situación puede ser inútil en otra. Antes de actuar, buscan entender en profundidad los aspectos que definen una situación y adaptan sus acciones en coherencia con ello.
Lideran el juego, no lo controlan
El liderazgo no se trata de controlar cada aspecto del proceso. De hecho, los grandes líderes inspiran a los demás y luego tratan de salir del camino para que sus colaboradores puedan hacer su trabajo. Todo consiste en influenciar, apoyar y orientar, mas no controlar.
Honestidad
Los buenos líderes muestran su verdadero yo. Son auténticos. Si el líder tiene una reputación basada en su honestidad, le resultará mucho más fácil darles malas noticias a sus trabajadores y enfrentar retos difíciles con todos ellos.
Amabilidad y respeto
La ignorancia y la arrogancia asesinan el liderazgo. También son una señal de inseguridad. Tratar a todos con respeto es necesario para establecer un estilo de liderazgo. La bondad supone un respaldo.
Colaboración
Esto es parte integral de los equipos de trabajo. Cuando la colaboración es sólida, los resultados pueden llegar a ser asombrosos. Esto hace posible comunicar mejor las estrategias, los objetivos y retos de la organización.
Asociación
Los líderes podrían averiguar cuáles son las metas profesionales de sus empleados y luego hacer lo posible para ayudarles a llegar a ellas. Incluso si eso significa que dentro de cierto tiempo algunos de esos trabajadores tendrán que marcharse de la organización. Sin duda, el líder logrará contar con empleados felices y productivos.
Diario Gestión (18/12/2013)
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