Un sector defiende el drawback y otro critica las medidas estatales
Unas palabras fueron el origen de todo. En el número 636 del semanario de la Sociedad de Comercio Exterior (Cómex), con vigencia del 31 de octubre al 6 de noviembre, Patricia Teullet, gerenta general de esa organización, dijo lo siguiente: “Cuando un ministro de Comercio (José Luis Silva Martinot) confiesa: ‘Lo único que voy a hacer en lo que se refiere a comercio exterior es promover las exportaciones y proteger a la industria nacional y la agricultura nacional’, algo muy malo está sucediendo. Y, solo por si no quedó claro, eso se llama mercantilismo”. Hubo algunas reacciones en contra. Una de las principales provino de Juan Varilias, presidente de la Asociación de Exportadores (ÁDEX, gremio que fuera liderado por el actual ministro Silva). “Ese tipo de opiniones hace daño al proceso de construcción democrática”, expresó en un comunicado.
Hay que decir que la lideresa gremial tituló su columna así: “Y ahora… ¡el MERCANTUR!”, en alusión a que si el Estado solo se enfoca en las exportaciones y limita las importaciones, está construyendo una economía mercantilista digna, en sus palabras, de los siglos XVI y XVII.
Lo Relevante
Fuera de los calificativos, el tema de fondo es el manejo de las políticas de comercio exterior. Según dijo Teullet a El Comercio, Cómex defiende el flujo natural del mercado: debe haber compras (importaciones) y ventas (exportaciones). “Hay una ida y una vuelta. Si se limita el ingreso de productos, se está creando una industria con pocas cualidades para competir”, comentó. Y Varilias respondió, también a este Diario: “Nosotros no nos oponemos a las importaciones, solo que se debe apoyar más a la industria nacional”.
En este punto, Varilias entendió el texto publicado por Teullet como una manifestación en contra del pedido que hizo su gremio por aumentar el porcentaje del drawback –que es la devolución de una parte de los impuestos que ha pagado un empresario por importar insumos para la fabricación de un producto que exportará– a más del 5% y, además, hacer el trámite más rápido. Esto, en especial, por la caída del dólar. “El drawback es una forma por la cual el Gobierno compensa la falta de infraestructura y recursos de una empresa para que pueda competir en el extranjero”, dijo Varilias.
“Yo no menciono en ninguna parte el drawback, ese no es el punto”, dijo Teullet sobre su editorial. Entonces, ¿a qué hace referencia? Ella manifestó que hay tres temas impulsados desde el gobierno que no favorecen al sector. Y son: 1) la propuesta del Ministerio de Agricultura de incrementar los aranceles a 300 partidas arancelarias de la cadena de algodón, textiles y confecciones (aunque el Ministerio de Economía y Finanzas dijo que no estaba en agenda); 2) la restricción a los hilados de la India (pedida y levantada después por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria); y 3) las opiniones de Daniel Abugattás, presidente del Congreso, en contra a lo estipulado por la Organización Mundial de Comercio.
Las Cifras
1.000 empresas integran ÁDEX y más de 150 Cómex.
US$2.800 millones fue el superávit comercial del tercer trimestre del año.
US$3.252 millones fueron las importaciones en setiembre.
Diario El Comercio (04.11.2011)
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