Un traslado a otra ciudad, organizar una boda, tener un hijo, comprar una casa, son algunos casos en los que hay que estar listos para los “terremotos financieros”.
Estas son las situaciones en las que controlar el gasto se convierte en toda una prioridad:
Cambios en su vida laboral
Uno de cada cuatro españoles en edad de trabajar no tiene un empleo. Puede que en un breve lapso de tiempo haya experimentado un cambio brusco en su vida laboral.
La formación será un gran aliado para adaptarse a un nuevo futuro: quizá tenga que empezar desde abajo, como becario, o necesite aprender nociones de autoempleo y gestión de empresas para sacar adelante un nuevo negocio.
Si va a dedicar una parte de sus ingresos a aprender, debe estar seguro de sus elecciones para no derrochar.
En cualquier caso, puede usar Fintonic.com para elaborar un presupuesto adaptado a su nueva situación. Le mandaremos notificaciones y alertas cada vez que haya algo extraño.
Pasar por el altar
Su boda será un momento importante, también, para sus finanzas. Hay millones de fórmulas “low cost” para que su boda no se convierta en un “agujero negro” de gastos.
El banquete suele ser el mayor gasto, seguido del vestido de novia, y la luna de miel.
La familia crece
Es evidente que tener un hijo cuesta dinero. Los primeros meses estarán ocupados en reorganizar sus horarios y rutinas, pero antes de que cumpla un año ya tendrán que pensar en la educación (la guardería, el colegio, el instituto y, quizás, la universidad).
La ropa de maternidad es una inversión temporal e inevitable: la segunda mano y las amigas que ya han pasado por ello serán de gran ayuda. También hay que preparar todo lo necesario para tener al bebé en casa (la cuna, la ropa, el carrito, la bañera, la silla para el coche, etc.). Uno de los gastos más importantes son los pañales.
Entre unas y otras adquisiciones, los primeros meses de vida de su hijo les generará un gasto fuerte. Si además la madre vuelve al trabajo tras el descanso posnatal, puede suceder que necesiten contratar a una niñera u optar por una guardería.
Firmar un divorcio
Hoy en día, existe un alto porcentaje de matrimonios que acaban en divorcio.
Es una realidad que suele exigir un esfuerzo por las dos partes en el reparto de bienes y de responsabilidades.
Un divorcio, una separación o una nulidad suponen dejar de compartir ingresos y gastos. Analice su nueva situación financiera para saber a dónde va cada céntimo.
Enfermedad
Cualquier accidente o enfermedad, que nos impida trabajar supone un desafío para nuestras finanzas. Una baja, temporal o permanente, es una posibilidad que existe y para la que conviene estar preparados.
La situación es diferente según seas usuario de la salud pública o de la privada. Sea como sea, en ambos casos los tratamientos y cirugías van a suponer una inversión de tiempo y dinero. Además de los medicamentos y consultas médicas.
El efecto “espejo”
Quizás por su entorno ha podido comprobar lo que sucede con una economía doméstica cuando hay gastos inesperados. Es mejor estar prevenidos y ahorrar por si suceden.
Sea consecuente con sus hábitos de consumo. Debemos aprender a diferenciar los gastos corrientes de los superfluos.
Diario Gestión (24/01/2014)
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