La gestión de personas es una tarea compleja que requiere habilidades diversas. El dominio de los siguientes principios le proporcionará una base sólida sobre la que construir las operaciones cotidianas.
A continuación 6 fundamentos que pueden convertirlo en un mejor gerente este 2014, de acuerdo a Forbes:
Sea abierto a nuevas formas de ver las cosas
Los buenos gerentes son flexibles, logran adaptarse a su entorno y están en armonía con él. Siempre están en busca de nuevas oportunidades. Saben escuchar. Y es que las grandes ideas provienen, en buena parte, del debate entre colaboradores o de la conversación con ellos. Los gerentes destacados saben que la rigidez es enemiga del progreso, por lo que no tienen miedo de cambiar de paradigma y alejarse de “esta es la manera en que siempre hemos hecho esto aquí”.
Establezca metas concretas
Los líderes logran establecer grandes objetivos, que no llegan al extremo de ser inalcanzables, lo que esperan es que los empleados los cumplan. Los gerentes que merecen ser reconocidos son quienes logran que las personas a su cargo consigan mejores resultados y, en consecuencia, las reconocen.
Asegúrese de que sus empleados sepan en qué deben centrarse
Esto esta relacionado con el segundo punto. Los gerentes tienen que precisar claramente en qué consisten esos objetivos, cuáles son sus alcances. Cuando se diseñan con esmero a inicios del año, los objetivos son una guía valiosa para el empleado.
Proteja su tiempo como si fuera oro
El tiempo es un activo subestimado pero crucial, es esencial para tomar decisiones con un ejercicio previo de análisis. Los gerentes poco eficaces generalmente van hacia demasiadas direcciones y no llegan muy lejos. Por el contrario, los buenos ejecutivos fijan su agenda y se organizan adecuadamente. Establecen cuáles son sus prioridades y son capaces de delegar eficazmente.
Comuníquese regularmente
Es vital proporcionar retroalimentación en tiempo real. De hecho, la comunicación efectiva es fundamental para una gestión adecuada. Los buenos gerentes son excelentes comunicadores, proporcionan retroalimentación tanto positiva como negativa. Ellos siempre están disponibles y son accesibles, aunque no estén presentes en la oficina. Y es que sus colaboradores no dudan ponerse en contacto con ellos ya sea vía correo electrónico o vía teléfonica ante cualquier duda o emergencia.
No evada los conflictos
El ambiente de trabajo es un caldo de cultivo para el conflicto. Digamos, cuestiones interpersonales, de compensación, de reconocimiento, de reducción de costos, los despidos, las relaciones entre la alta dirección y los trabajadores, etc. Aunque resulte tentador mirar hacia otro lado, los buenos gerentes no son “evasores de conflito”, abordan los problemas de manera rápida y justa.
Diario Gestión (03/01/2014)
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