Cuando se trata de despedir a un trabajador, el gerente solo deberá respetar una fórmula: ser claro, conciso y terminar la conversación. No hay manera de evitar emociones desagradables al dar malas noticias.
Geoffrey Tumlin, autor de ‘Stop Talking, Start Communicating: Counterintuitive Secrets to Success in Business and in Life’, ofrece cuatro pautas para que los gerentes o líderes de las organizaciones anuncien una decisión de despido.
“Es increíble ver cómo los problemas pueden propagarse a través de una empresa porque nadie quiere deshacerse de un empleado problema”, dice. Al mismo tiempo, entiende por qué los jefes posponen las cosas: “Despedir gente es difícil”.
No es sencillo, pero Tumlin ofrece en Fortune cuatro consejos para hacerlo:
Vaya directo al mensaje central
Es clave ir ‘directo al grano’. Si bien a nadie le gusta dar malas noticias, el colaborador o -dependiendo de cada caso en particular- el proveedor necesitará escuchar un mensaje claro, directo y contundente para no dificultar el proceso de asimilación. Si el líder intenta ‘endulzar’ el mensaje, solo logrará que el receptor caiga en confusiones y le sea más difícil asumir el mensaje central.
“Vamos a cambiar de proveedor” o “Hemos decidido despedirlo” son frases que van al punto y dejan en claro la decisión que se ha tomado.
Manténgase firme
Quizá en algún momento de su carrera profesional ha rebatido una decisión, por lo tanto, puede imaginar lo que le espera. Él/ella dirá cosas como: “¡Pero hemos trabajado juntos desde hace 15 años! No estás despidiéndome, ¿verdad?” Es altamente probable que esa persona le ofrezca una serie de razones para mantenerse en el puesto, pero, si el líder está seguro de que la decisión que ha tomado es la correcta, entonces tendrá que resistir la tentación de ser presionado o persuadido para dar marcha atrás.
Sí, dé explicaciones, pero no demasiadas
Coloque el mensaje y la explicación en una misma oración. No se oriente fuera de ese punto. No está mal decir algo más pero repita el mensaje central para así no enfrascarse en discusiones que finalmente puedan alejarlo de lo que tiene que decir. Si quiere ofrecer una explicación, puede decir algo como “Te estamos despidiendo porque vamos a llevar a este departamento en una dirección distinta”.
Sepa darle término a la conversación
Es un error permitir que la conversación se prolongue durante demasiado tiempo. En efecto, puede responder preguntas concretas como “¿Cuándo es mi último día?” o “¿Qué pasa con mi plan de retiro?” Eso sí, tenga cuidado con contestar a preguntas especulativas o inquisitivas.
Diario Gestión (11/03/2014)
¡Cuéntame qué te pareció!
Para poder publicar un comentario tienes que tener una suscripción Apúntate aquí o Inicia sesión.