Entidades bancarias disminuirán cobros vinculados a préstamos de consumo, hipotecarios y tarjetas de crédito.
Los bancos se han propuesto desterrar la queja constante de sus clientes: “Nos cobran por todo”.
En el 2012 se dará una clara reducción de las comisiones que cobra la banca en diversos productos personales, como créditos de consumo, préstamos hipotecarios y tarjetas de crédito, avizoró el gerente de Innovación y Desarrollo de BBVA Continental, Ignacio Quintanilla.
“En nuestro caso, la simplificación o reducción de comisiones ha sido una réplica de la experiencia en México, en donde se ha dado una fuerte tendencia en todo el mercado, e igual se espera que suceda con el mercado peruano”, dijo.
El banco de capital hispano peruano emprendió en mayo un proceso de racionalización de estos cobros, que lo llevó a reducir el número de comisiones de 1,089 a 310 hasta noviembre, es decir, en 70%.
Se redujeron comisiones en préstamos de consumo, tarjetas de crédito, hipotecas, seguros y en cuentas de ahorro.
En enero de este año, el Banco de Crédito BCP suprimió varias comisiones vinculadas a la cobranza de los préstamos personales, hipotecarios y para negocios de pymes. El Banco Financiero lanzó en agosto una tarjeta de crédito con una sola comisión.
“Esa es la línea a seguir en el sistema financiero peruano, cada entidad con distinta motivación. Nosotros (BBVA) hace cuatros años competimos tratando de mejorar la experiencia del cliente”, acotó Quintanilla.
En esa dirección, BBVA Continental estrenó en noviembre la tarjeta de crédito Zero, que no cobra ninguna comisión y que está orientada al segmento de la población con ingresos entre S/. 700 y S/. 1,500.
A la medida
“Es una tendencia que va a seguir marcadamente, porque si uno sale con una tarjeta de cero costo, e introduce el concepto de darle al cliente solo lo que necesita, el competidor tendrá que hacer lo mismo si no quiere quedar fuera del mercado”, vislumbró el banquero.
Explicó que el concepto de una tarjeta con cero comisiones replica el modelo de las aerolíneas de bajo costo (low cost), que reducen los cobros al suprimir los servicios que no necesariamente quieren las personas.
Este tipo de plástico apunta a los clientes que prefieren prescindir de servicios como la atención en salones vip de aeropuertos, o la acumulación de puntos, con tal de que la tarjeta de crédito le resulte menos costosa pero útil para financiar consumos.
“No se necesita pagar comisiones por algo que no se usa, ese es el concepto de low cost. Y lo vamos a aplicar en más productos; uno de ellos lo lanzaremos en febrero”, adelantó Quintanilla.
“Ahora estamos en proceso de revisión de todos los productos para darle el cliente solo lo que necesita. El objetivo es ofrecer más productos a la medida del cliente”, dijo.
Los contratos de préstamos se abrevian y requieren menos firmas
Otra tendencia que seguirá la banca es presentar los contratos de crédito con una redacción más sencilla y simplificada, abreviando también su número de páginas.
“Había que traducir todos los contratos que tenían términos de abogados, que no entienden las personas normales. Hemos sido asesorados por lingüistas para hacerlos más fáciles de entender, sin que pierdan validez jurídica”, dijo Ignacio Quintanilla.
“Estamos (el BBVA) presentando a la SBS, para que tengan validez jurídica, los contratos de préstamos de libre disponibilidad, hipotecarios y tarjetas de crédito, previamente castellanizados”, agregó.
Tras esta simplificación subyace el modelo “Leer es estar adelante”, aplicado por el BBVA para mejorar la comprensión de lectura de los niños.
Además, los bancos han empezado a reducir el número de páginas de los contratos de crédito, y de firmas requeridas.
“Hemos (el BBVA) abreviado los contratos. Si antes en un contrato de hipotecas la persona firmaba siete veces, hoy firma una vez”, resaltó Quintanilla.
Diario Gestión (19.12.2011)
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