Pequeñas y medianas empresas proveedoras de bienes y servicios a bancos, universidades, cadenas comerciales, etc., ceden sus cobranzas futuras a fondos de inversión. A cambio, reciben efectivo a corto plazo.
Su empresa busca financiamiento para seguir creciendo, pero los bancos aún no le abren las puertas o le prestan a tasas de interés muy elevadas. No se desanime, cada día aparecen nuevas alternativas de fondeo.
Ahora, por ejemplo, las empresas pequeñas y medianas pueden obtener préstamos con el sustento de sus flujos de ingresos mensuales futuros.
Bajo este esquema, la empresa cede sus cobranzas futuras –por los bienes o servicios que venderá entre los próximos 12 y 24 meses- a un fondo de inversión que, a cambio, le provee del financiamiento que necesita a corto plazo.
“Esta modalidad se vuelve más importante en momentos en que las tasas de interés en el sistema financiero están subiendo por la política de ajuste monetario”, destacó José Castillo, presidente de Krese, administradora de fondos que ofrece este producto desde comienzos de año.
La similitud con el factoring es inevitable, pero Cesar Arbe, socio de Avendaño, Forsyth & Arbe Abogados, aclara: “Mientras que en el factoring el banco o algún fondo especializado tiene una factura por cobrar, que refleja una transacción real, en el financiamiento basado en flujos futuros el desembolso es respaldado por ingresos proyectados”. Esto último es clave –agregó- porque fondos como Krese tienen que analizar cuidadosamente las ventas futuras de la empresa que recibe el préstamo, sus flujos de caja, los clientes a los que provee, etc.
Por lo general, las empresas que acceden a este sistema requieren desembolsos de US$ 150,000 a US$ 3 millones, y son proveedoras de bienes y servicios, permanentes a otras entidades, como bancos, universidades y cadenas comerciales, entre otras.
“Pueden ser empresas de servicios de seguridad, limpieza o proveedoras del sector consumo, de equipos médicos, etc.”, detalló Castillo.
Actualmente, Krese, cuyo fondo asciende a US$ 20 millones, tiene en cartera a cinco empresas de los sectores mencionados, a las cuales, antes de prestarles, efectúa un verdadero “due dilligence”, es decir, analiza minuciosamente su posición financiera, pasivos y relaciones comerciales. “Son empresas pequeñas con alto potencial de crecimiento, a las que evaluamos su capacidad de creación de valor económico (EVA), su manejo operativo y los lazos comerciales con sus clientes”, dijo el ejecutivo.
Costo
Castillo refirió que la tasa de interés que, en promedio, cobra el fondo de inversión para financiar a estas empresas bordea el 18%, siendo inferior a la del factoring electrónico de los bancos, que en algunos casos hacen descuentos de 30%.
Además, resaltó que este mecanismo permite a las empresas obtener fondos que difícilmente conseguirían en el sistema bancario, pues para esas instituciones no es usual prestar basándose en los ingresos futuros de los deudores.
Rentabilidad neta de 10%
Los partícipes de fondos como el de Krese obtienen por su inversión una rentabilidad neta de aproximadamente 10%, mencionó José Castillo.
Particulares, es decir personas naturales, invierten en este fondo. Además, el potencial de este nuevo mercado en el país es tal que tres fondos internacionales están en conversaciones con Krese, para colocar sus inversiones.
Diario Gestión (04.08.2010), Pág. 16
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