El coaching es una práctica empresarial en ascenso, pero no todos los empresarios conocen cuáles son los alcances auténticos de esta práctica. Uno de los errores más frecuentes radica en confundir al coach con un mentor.
El coaching consiste en entrenar a un grupo de colaboradores con miras a alcanzar determinados objetivos, propósitos o metas vinculadas a la organización.
Esta práctica empresarial, cuya popularidad ha incrementado en los últimos años, también está orientada al desarrollo de ciertas habilidades y competencias de los miembros de un equipo, con la finalidad de incrementar sus niveles de desempeño laboral.
Para identificar y reconocer los alcances auténticos, los expertos -según CNN Expansión- develan los mitos más frecuentes de la práctica:
1. El coaching es como tomar terapia. Muchas personas ven en su coach a un confesor o a un psicólogo a quien le cuentan todos sus problemas emocionales y familiares.
2. El coach es un ‘reparador de vida general’. Le ayuda a solucionar los problemas tanto personales como profesionales. Si sabe cómo ayudarle a manejar la relación con su jefe, entonces sabrá entonces cómo debe manejar la relación con sus hijos.
3. Los resultados son subjetivos y poco medibles. Cuando toma un coaching, debe ir con los ojos cerrados, confiado en que el resultado valga la pena, pues no hay forma de medir objetivamente si fue exitoso o no.
4. Un coach debe ser un especialista en el área de su cliente. De otra forma, su experiencia no es lo suficientemente valiosa para que pueda servirle en los puntos específicos de su trabajo.
5. El coach trae bajo el brazo una lista de consejos y advertencias de qué hacer y qué no hacer, una especie de receta mágica que le dará en cada sesión para enfrentar cualquier situación.
Diario Gestión (08/07/2013)
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