Los servicios de las entidades financieras evidentemente tienen un costo y, por lo tanto, un precio, que son las comisiones. Por ejemplo, si usted quiere pagar un recibo de servicios, hacer una transferencia de dinero a otra persona, a otro banco o a otra ciudad, normalmente le cobrarán una comisión.
Sin embargo, hay maneras de evitarlas. La principal es el uso de medios electrónicos. Las transacciones a través de Internet son las primeras en las que usted debe pensar si busca ahorrarse el pago de una comisión.
Otra forma es, por ejemplo, fijarse en los recibos de pago de servicios como luz o agua, en qué entidades financieras le cobrarán comisión en las ventanillas.
Una tercera alternativa se debe tener en cuenta al momento en que usted abra una cuenta de ahorros. Elija la que le ofrezca retiros ilimitados en los cajeros automáticos. Usualmente las cuentas de pago de haberes le brindan esta opción.
Si necesita hacer varios depósitos en ventanilla, tenga en cuenta que muchas entidades le pondrán un límite de estas transacciones al mes.
Una de las comisiones que difícilmente podrá evitar es por hacer transferencias interbancarias, incluso si las realiza por Internet.
Si va a necesitar dinero en otra ciudad, procure hacer sus pagos con tarjeta de crédito o de débito. Si es que va a necesitar efectivo, retírelo en su ciudad de origen, pero tenga en cuenta que conlleva un riesgo llevar el dinero “contante y sonante” en sus bolsillos.
Otra recomendación, si va a viajar a otra ciudad por algún tiempo, es abrir una cuenta en dicha localidad y hacerse usted mismo una transferencia entre sus cuentas por algún medio electrónico. Cuando regrese, no olvide cerrar la cuenta que abrió.
Diario El Comercio (14/10/2014)
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