Los emprendedores tienen una serie de creencias con las que consideran se puede sacar adelante un negocio, sin embargo no siempre funcionan. Te presentamos cuatro de los más comunes que pueden hacer quebrar tu empresa.
Para que un empresario gane alguien tiene que perder
Una idea que daña a la cultura empresarial y a la sociedad de un país, en un negocio gana el negociante y el cliente, no tienes que quitarle a alguien su dinero para convertirte en un empresario exitoso.
Si quieres que algo salga bien hazlo tú mismo
Las personas que están en esta situación tienden al autoempleo, ya que es el experto y piensa que nadie puede hacer las cosas mejor. Pero haciendo un análisis no son los grandes jefes que piensan: trabajan todo el día saturados, no reciben el salario completo de las largas jornadas y visto desde otro ángulo ¿Quién hará el trabajo si ellos no lo pueden hacer alguna vez? Es mejor construir un sistema confiable donde cada persona tiene una labor complementaria.
Que el negocio no funcione no es mi culpa
Es común culpar a otros por el fracaso en los negocios, que si el estado, que los clientes o la competencia, pero al fin y al cabo uno es el propio culpable ¿Quién decidió el proyecto? ¿La venta del producto o el precio? y ¿La elección de los socios? Este tipo de creencias se tienen que erradicar, cada empresario crea su propio fracaso o éxito.
Creer que el negocio es difícil y traerá problemas
Mientras más desafíos mejores beneficios y satisfacciones, las empresas de hoy para ser más competitivas tienen que arriesgarse y eliminar este tipo de creencias, un negocio para crecer tiene que enfrentar retos constantes. Para que este crecimiento inevitable no se convierta en un gran problema hay que tener un sistema de empleados confiables y productivos
Diario Gestión (07/07/2014)
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