Sensación de desasosiego puede conducirnos a tomar decisiones que afecten nuestra economía sin que seamos conscientes de ello, indican expertos.
La falta de sueño, el gasto excesivo en comida, artefactos o ropa, la repentina predilección por juegos de azar o las frecuentes salidas a bares para beber licor pueden ser síntomas de una fuerte depresión, advierte el psicólogo Rafael del Busto.
Según la experta Giovanna Prialé, hay múltiples factores que pueden desencadenar la enfermedad, como la pérdida de un ser querido, del empleo o un divorcio. Padecer este mal puede llevarnos a tomar decisiones que afecten nuestro patrimonio o nos generen una deuda de largo plazo.
Para evitar caer en esta situación, aconseja seguir las siguientes pautas:
1. Busque ayuda. Reconozca que está en un escenario de crisis y vaya a un especialista. Si se siente más cómodo, también pida consejo a un familiar cercano.
2. Hora de aterrizar. Debe ser capaz de racionalizar su economía y empezar a armar su presupuesto. Sea consciente de sus gastos presentes y futuros: alimentación, pasajes, salud, educación de los hijos, renta de la casa, etcétera.
3. Evite la recaída. Aprenda a concentrarse en el día a día, haga cosas que le gusten y evite estar solo. Esto impedirá que se gaste todo su sueldo en el casino o que se compre la camioneta del año que no necesita.
4. Sea paciente. Todos, en algún momento, pasaremos por un trance que nos deprima y, por tanto, debemos aprender a tenernos paciencia para ir sanando de a pocos, y esto también se da en el ámbito financiero.
5. Distraiga su mente. Si aún no tiene ganas de emprender un proyecto, puede dedicarse a elaborar sus metas financieras a mediano y largo plazo.
Peru21 (05/04/2013)
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