El pleno del Congreso aprobó por unanimidad el proyecto de la nueva Ley Procesal del Trabajo, cuya finalidad es reducir los plazos para definir los procesos laborales en el país.
Actualmente, esos procesos duran en promedio siete años y en adelante no excederían de más de seis meses, y para hacerse efectiva solo queda al Ejecutivo promulgarla.
El congresista Juan Carlos Eguren, presidente de la Comisión de Trabajo, explicó que la reducción de los procesos será posible con la ampliación de la base de juzgamiento, incorporando a los juzgados de paz.
La nueva ley otorga a los sindicatos la capacidad para comparecer en defensa de sus afiliados sin necesidad de poder especial de representación, exigencia que está vigente en Ley Procesal del Trabajo.
Además, existirá la defensa de oficio a cargo del Ministerio de Justicia a favor de la madre gestante, el menor de edad y el impedido.
La ministra de Trabajo, Manuela García, saludó la decisión del pleno al tomar en cuenta el proyecto que su despacho había elaborado en coordinación con juristas del país.
“Con esta ley, los juicios laborales se realizarán de manera oral. La justicia que tarda no es justicia sino un castigo al que eran sometidos miles de trabajadores que con pocos recursos veían inviable seguir financiando largos litigios”, sostuvo.
La ministra explicó que los juicios orales y las audiencias serían sustancialmente un debate de posiciones presididas por el juez, quien puede interrogar a las partes, sus abogados y terceros.
El dato
Juan Carlos Eguren adelantó que de todas maneras será aprobada la Ley General del Trabajo, en la legislatura que comenzará el 1 de marzo del 2010.
Diario Gestión (16.12.2009), Pág. 5
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