Ampliar la base. La meta de presión tributaria fijada en 18% del PBI (actualmente es 15.5%) para fin del periodo de este Gobierno es ambiciosa, como lo ha reconocido la propia jefa de la Sunat, pero es posible (está por debajo de los niveles de países vecinos). Para ello es imprescindible lograr la ansiada ampliación de la base tributaria, lo cual pasa por mejorar sustancialmente la fiscalización, sobre todo en los sectores donde la evasión y elusión son mayores. Si bien la jefa de la Sunat ha anunciado que focalizará su rol fiscalizador sobre los medianos y pequeños contribuyentes y sobre las personas naturales, también es necesario afrontar decididamente la lucha contra el contrabando y la informalidad.
Ello implica no solo aumentar las acciones masivas de control y fiscalización (la nueva dministración aumentará en 210 mil, hasta 375 mil, las acciones de fiscalización en el 2012), sino también mejorar el sistema judicial y el Ministerio Público, porque de poco sirve que se detecte a peces gordos que cometen drefaudación tributaria en la vía administrativa, si no son condenados penalmente y no van a la cárcel. De lo contrario, el mensaje de impunidad persistirá y lograr una cultura tributaria seguirá siendo una utopía.
Por otra parte, el Gobierno debe facilitar el pago de los impuestos por parte de los contribuyentes. Si bien ha habido avances importantes en este campo en los últimos años, los trámites y requisitos para la declaración y pago siguen siendo muy engorrosos.
Para lograr las meta trazada también se requiere una mejora importante al interior de la Sunat, una reingeniería que la oriente precisamente a ampliar la base tributaria en los sectores más complicados y no solo concentrarse en el sector formal y en los grandes contribuyentes. Ello requiere más recursos (presupuestales, tecnológicos y humanos), pero también que la Sunat demuestre que no le tiembla la mano, sea quien sea el deudor (por ejemplo, por más que se trate de un club de fútbol muy popular, debe ir y cobrarle la deuda), solo así se generará el mensaje disuasivo que se busca.
Diario Gestión (06.10.2011)
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