Antonio, Mateo y José son tres adultos mayores en situación de pobreza que han vuelto a sentirse útiles para la sociedad.
Gracias a Pensión 65 no sólo reciben una asignación bimestral de 250 nuevos soles y acceden a diferentes servicios de la salud, sino que también ahora colaboran con sus comunidades transmitiendo sus conocimientos en agricultura, cuidado de animales y en otras actividades.
Como ellos, más de 253,000 usuarios del Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65 han dejado de lado el abandono, el ostracismo y la injusticia que los marginaba y demuestran el valor que tienen para un país que lucha por cerrar las brechas de la desigualdad.
En declaraciones al Diario Oficial El Peruano, la directora ejecutiva del Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65, Norma Vidal, dijo que con el objetivo de revalorar la presencia del adulto mayor a nivel local se ejecutan proyectos piloto en zonas rurales de Ayacucho, Cusco y San Martín, mediante la intervención de Saberes Tradicionales.
La estrategia consiste en fomentar que los adultos mayores le transmitan a la comunidad sus conocimientos antiguos en conservación de semillas, mejora de cultivos, artesanía y actividades diferentes que dependen del oficio que hayan desempeñado.
Se trata de recuperar esa transmisión de saberes que antes pasaban de generación en generación; pero que luego se perdió por diversos factores como el desplazamiento ocurrido durante la época de la violencia o porque el adulto mayo estaba abandonado y nadie lo escuchaba.
Espacios
Por ese motivo –explicó Vidal– se está propiciando la creación de espacios a nivel local para que el adulto mayor difunda a las nuevas generaciones sus conocimientos; y que además estos se conviertan en un activo para la comunidad.
En conclusión, se busca que la comunidad sienta que los ancianos son verdaderamente útiles para su desarrollo.
“Por ejemplo si (con sus conocimientos) se recupera una forma de cultivo, ellos (las comunidades) tendrán un nivel de reproductividad más alto. Y si se recobra alguna tradición que les sirva para convocar a turistas, eso les significará un ingreso y mayor calidad de vida”.
Para la ejecución de las intervenciones se trabaja con los gobiernos locales, porque se busca que Saberes Tradicionales sea una estrategia que desarrollen los municipios con sus adultos mayores.
“Tenemos especialistas que trabajan con los municipios en donde se desarrollan los proyectos piloto, que les enseñan cómo deben intervenir porque esa es una forma nueva de labor para ellos (los alcaldes). La idea es que mantengan este espacio común donde los adultos mayores van a exponer sus saberes”.
Disponen reforzar los filtros
Sobre los filtros para garantizar que los beneficios del programa lleguen a quienes lo merecen, Norma Vidal explicó que ya se tiene el número adecuado de personal de campo que realiza permanentes verificaciones domiciliarias a los usuarios.
Actualmente, el programa es sometido a una auditoría muestral a escala nacional. “Se ha identificado, mediante una intervención externa al programa, una muestra de usuarios representativa que será verificada en sus propios domicilios para identificar qué niveles de filtración podrían haber”. El análisis tiene por objetivo también –afirmó la funcionaria– conocer de mejor manera a los usuarios y para generar una retroalimentación al Sistema de Focalización de Hogares, que es el ente que realiza la evaluación socioeconómica de los usuarios. “Este proceso no lo estamos haciendo solos. En este momento nuestros operadores locales están en Lima capacitándose para llevar adelante este proceso del mejor modo. Debemos tener los primeros resultados a finales de junio.” Pensión 65 trabaja con la misma comisión de transparencia con la que labora Juntos, tal como sucede con el resto de estrategias sociales del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. “Hace poco tuvimos una reunión con ellos en que nos han dado su reporte sobre la vigilancia que hicieron (en Pensión 65), estableciendo que el nivel de filtración es muy bajo.”
Diario El Peruano (22/04/2013)
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