Aferrarse a la idea original del proyecto, no efectuar análisis de mercado y carecer de una amplia visión del negocio son errores comúnmente cometidos por los emprendedores novatos. Pero conocer bien el terreno antes de emprender un negocio puede evitarle futuros problemas.
Cuando el emprendedor busca hacer realidad una idea de negocio, puede caer en el error de asociarse con las personas equivocadas, no juntar el capital necesario y/o dejar de lado la elaboración de un plan de negocios. Aquí, una lista con los errores a evitar, según el portal Expansion.com.
1. Miedo a emprender.
Siempre existen iniciativas interesantes. Hay personas que han estudiado, trabajado, analizado e incluso comentado con personas cercanas y expertos una idea de negocio, pero por una mezcla de pereza y miedo no encuentran el momento de lanzarse a la aventura empresarial.
2. Falta de formación.
Uno de los pecados capitales de los empresarios novatos es creerse suficientemente capacitados para poner en marcha un negocio. No basta concebir una idea original, efectuar un estudio de mercado y/o elaborar un plan de negocio.
Para que la viabilidad del proyecto no resulte afectada, es necesario recibir la formación adecuada para enfrentar con eficiencia los problemas cotidianos que se presentan durante los primeros meses del lanzamiento de una start-up.
Los emprendedores están en la obligación de conocer las bases de la gestión empresarial, además de todo lo concerniente al sector al cual esperan orientarse.
3. Plan de negocio.
Tenerlo todo en la cabeza no servirá. Las ideas respecto al negocio necesitan ser trasladadas en un plan concreto, con la finalidad de aclararlas, precisarlas y mejorarlas. Es fundamental evitar fallos en estimaciones de mercado, de creación de valor o de evolución de ventas.
4. Equipo.
La clave está en rodearse de profesionales altamente calificados, aunque ello implique la contratación de personas con una Hoja de Vida envidiable, aún para el propio emprendedor.
Una mala elección le obligará a asumir el coste de despedir al personal después de haberlo contratado; si se arriesga a continuar con un equipo poco capacitado, entonces deberá sacrificar innovación y productividad. Piénselo dos veces, antes de contratar a alguien.
5. En solitario o con socios.
Los emprendedores novatos tienden a iniciar su negocio con otros socios en un porcentaje mucho más elevado que cuando se trata de una segunda o tercera iniciativa.
¿Por qué? El desconocimiento del entorno genera inseguridad y se busca el acompañamiento de otras personas, más por aversión al riesgo que por verdadera necesidad. Pero el error está en elegir a compañeros con nula experiencia en gestión de empresas, o con una formación demasiado básica.
6. Capital y tesorería.
Un error típico es no contar con el capital mínimo que se necesita para poner en marcha el proyecto. Aunque también se da el caso contrario: tener una elevada cantidad de dinero, proveniente -por ejemplo- de un inversor que confía en la proyección de negocio, no saber gestionarlo y dilapidarlo rápidamente.
7. Análisis de mercado.
El entorno está lleno de cambios constantes. Las necesidades del cliente deben ser atendidas rápidamente, de lo contrario, una demora en ese objetivo podría dejar a su start-up detrás de la competencia.
La falta de estudios de mercado lo conducirá a lanzar un nuevo producto o servicio para un sector demasiado maduro o para uno aún inexistente.
8. Visión amplia del negocio.
Una empresa está formada por muchas secciones y departamentos y un error muy común entre los emprendedores es centrarse sólo en el servicio que se quiere dar y no tener una visión empresarial del negocio. Todo en la compañía está relacionado y hay que tener en cuenta temas legales, fiscales, de gestión de personas, de márketing.
9. Falta de flexibilidad.
Aferrarse a la idea original del proyecto y no saber evolucionarla y adaptarla a las necesidades de los clientes es un error mucho más habitual de lo que parece. Esta actitud sólo conduce al aislamiento.
Diario Gestión (17/06/2013)
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