De acuerdo a Career Partners Perú, marcharse del país sin un plan o hablar mal de su exjefe son errores bastante comunes.
Debido a que las desvinculaciones o despidos laborales son parte de nuestra vida profesional y podemos experimentarlas más de una vez a lo largo de nuestras carreras, Manuel Cubas, presidente de Career Partners Perú, afirmó que para evitar un impacto emocional en el trabajador, el profesional debe evitar los siguientes errores:
Tomarse un tiempo sabático o irse de vacaciones. Después de ello, el profesional regresará más estresado y con menos dinero en el banco.
Hablar mal del jefe o de la empresa. Incluso si el vínculo laboral con su antiguo empleador se rompió de malas formas, evite hacerlo porque nadie contrata a una persona así.
Ocuparse en temas pendientes ajenos a su carrera. Principalmente porque perderá tiempo valioso en su proceso de recolocación estratégica.
Iniciar un negocio sin tener el perfil empresarial, plan estratégico ni capital. Emprender es bueno pero arriesgado, así que analice objetivamente sus opciones y capacidades. Una empresa de recolocación estratégica lo apoyará en manejar el tema.
Irse a vivir a otro país sin un plan ni red de contactos. No existe mejor lugar para trabajar que tu propio país y si es el Perú, mejor.
Quedarse en casa. Hay gente que evita contactarse con sus conocidos para no hablar de su desvinculación laboral esperando que su próximo trabajo los encuentre. Gran error, las redes de contacto son la mejor manera de encontrar un nuevo empleo, entre el 70% y el 80% de los empleos se consiguen a través de esta.
Para evitar efector adversos, Cuba sugiere que lo mejor es no esperar a que ocurra un despido para recién evaluar qué hacer al respecto, sobre todo porque las desvinculaciones suelen ocurrir inesperadamente causando un impacto emocional en el colaborador con repercusiones negativas en la obtención de un nuevo puesto de trabajo.
“Desde que ingresa a un empleo, toda persona debe preparar un plan B en caso pierda el trabajo o decida buscar uno mejor. Con ese fin, haga una autoevaluación para identificar claramente sus fortalezas, cuantificar sus logros laborales, qué tipo de inteligencia tiene y usa más, en qué empresas o cargos ha trabajado más contento y dónde se ha sentido menos realizado”, refiere.
Según el experto, el mejor escenario de una desvinculación ocurre cuando la empresa proporciona a sus colaboradores un programa de recolocación estratégica. “En caso de no ser así, el profesional puede solicitar que se lo den o inscribirse en uno. El valor de retorno es inmenso. Adicionalmente, el profesional debe definir las acciones que tomará para conseguir ese empleo ideal y preparar una lista de todos sus contactos, comenzando por aquellos que le pueden proporcionar más información sobre ese empleo ideal”, apunta.
Diario El Comercio (18/03/2015)
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