Se exigirá más capital a bancos que den préstamos con descuento en planilla y de consumo a más de tres años. Habrá menos incentivos para financiamiento con tarjetas de crédito a más de 24 meses.
Si planea sacar un crédito de consumo a más de tres años de plazo, es probable que tenga dificultades para obtenerlo.
Y es que a partir de este año las instituciones financieras tendrán menos incentivos para prestar a las personas a plazos largos, pues el supervisor (SBS) les exigirá mayor capital por tales operaciones.
Estos requerimientos adicionales pesan sobre los nuevos préstamos por convenio (con descuento en planilla) a más de tres años, créditos de consumo a más de cuatro años, y para el financiamiento de vehículos a más de cinco años, según la norma de la SBS.
Como parte de las medidas regulatorias orientadas a fortalecer el sistema financiero, la SBS promulgó durante el último trimestre nuevas normativas, entre las que destacan las mayores exigencias de capital a los créditos con plazos mayores a tres años, dijo Credicorp en un reporte que acompaña sus resultados financieros del 2012.
“Lo que está pasando en el sistema financiero es que muchas entidades, no solo bancos, están concediendo créditos de consumo a plazos muy dilatados, de hasta nueve años, cuando la práctica internacional enseña que no deben exceder los tres años”, afirmó el experto en temas financieros, Rolando Castellares.
“Por la competencia, muchos deudores tienen créditos de consumo con varias entidades financieras. Para que la capacidad de pago de las personas alcance, se ha generalizado la práctica de dar créditos a muy largo plazo (que reducen su cuota mensual), lo que es riesgoso y puede llevar a sobreendeudamiento”, advirtió.
Con mayores requerimientos de capital a los bancos, la SBS busca frenar este exceso en el endeudamiento a plazos largos, que lleva a las personas a contraer obligaciones con varias entidades o por sumas elevada, señaló el especialista.
Puntualizó que las exigencias de capital incluso serán más fuertes para los préstamos con tarjetas de crédito a plazos de más de 24 meses, y mayores aún si se extienden a más de 36 meses.
Según Castellares, la medida “puede parar en seco” los préstamos de largo plazo de bancos pequeños que no cuenten con mucho capital, mientras que los de mayor patrimonio podrían seguir ofreciéndolos.
Por ello, planteó que “un mejor remedio” sería exigir mayores provisiones a los bancos que financien a plazos más dilatados.
Diario Gestión (06/02/2013)
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