En tiempos de crisis económica, hay muchas dudas y ansiedad sobre el comportamiento del mercado laboral, por lo que varias personas suelen tener miedo de decir “no” a una oferta de trabajo, incluso si se trata de una muy mala.
Según un artículo publicado por la revista estadounidense Forbes, la dura realidad es que hay un montón de ofertas de empleo de las cuales se debe huir sin dudarlo un instante. Pero, ¿cómo saber a ciencia cierta qué trabajos considerar y cuáles rechazar?
A continuación, algunas alertas que lo deben ayudar a determinar si esa oportunidad laboral le conviene o no:
Cuando la comunicación inicial con el empleador es poco profesional.
Si la comunicación y la relación con la empresa donde está postulando es escasa, irrespetuosa, poco profesional o simplemente inexistente, tome esto como una señal de alerta. Si su potencial jefe está demasiado ocupado para darle la información adecuada sobre el puesto o para responder a sus preguntas, quién sabe cómo será cuando empiece a trabajar con él.
Cuando la primera reunión con el jefe es una experiencia negativa.
Todo gira alrededor del ambiente de trabajo. Cuando se reúne por primera vez con su potencial jefe y otros empleados de la empresa, fíjese en sus personalidades, estilos y enfoques. Si usted siente que no va a encajar en la empresa, o está preocupado de que no podrá forjar una relación sana y positiva con su jefe, este es un signo de alerta de que el trabajo no es para usted.
Cuando los términos de la oferta están muy lejos de lo que se describe en la entrevista.
¿El salario no es el que estaba buscando? Esto sucede muy a menudo. Aunque esté necesitado de dinero, nunca debe conformarse con un empleo que ofrece mucho menos de lo que usted estime conveniente. Si cree que (porque ha investigado el mercado laboral) puede ganar significativamente más por sus habilidades y experiencia, no tenga miedo de rechazar una oferta. Es común que haya algún tipo de negociación, especialmente para los puestos de alto rango. Sin embargo, si la oferta difiere mucho de lo que se comunicó inicialmente, considere esto como una señal de advertencia sobre el empleador.
Cuando las responsabilidades del puesto difieren de lo descrito en un inicio.
Por lo general, al revisar una oferta de trabajo encontrará el título del cargo que desempeñará y sus responsabilidades. Si postula a dicho empleo y nota que estos son diferentes, entonces tendrá que investigar más para entender las verdaderas funciones del puesto dentro de la organización.
No deje nada a la suerte. Algunas buenas preguntas que puede hacer son “¿Cuáles son las responsabilidades cotidianas?” Y “¿Qué hace el más exitoso (cargo) por su empresa?” Si en la descripción del trabajo dice que estará a cargo de un grupo de personas, pero luego ve que en realidad estará haciendo otras cosas, tiene que investigar eso.
Cuando el puesto no le beneficiará en el largo plazo.
Si el trabajo al que está postulando parece ser un callejón sin salida, probablemente lo sea. Una de las evaluaciones más importantes que debe hacer cuando se presente a un puesto es saber a dónde lo llevará en el futuro. ¿Acaso el trabajo le dará conexiones y conocimientos invaluables que lo harán progresar en el futuro? ¿Qué nuevas habilidades va a aprender?
Dé un paso atrás y mire todo el panorama – ¿A dónde lo llevará este trabajo potencialmente? ¿Cómo va a beneficiar no sólo su carrera profesional, sino su vida en el largo plazo? No querrá un trabajo que lo encasille en una función que no le guste y que no brinde ningún beneficio a largo plazo. Piense a dónde lo puede llevar este trabajo en un año, tres años, o incluso cinco años. No pierda su tiempo en un trabajo que no aporte nada a su crecimiento como profesional y como persona. Su tiempo, energía y compromiso son simplemente demasiado valiosos.
Diario Gestión (10/09/2014)
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